- A las personas que publican las típicas frases “Coelhistas” (dícese ser frases de Paulo Coelho) ¿Acaso no tienen imaginación para crear sus propias frases y no copiarlas de famosísimos novelistas, poetistas, escritores, etc.?
- A los méndigos reguetoneros (o como sea que se escriba) que piensan que sus pasitos de baile vulgares son influyentes en una pista de baile.
- A las señoritas que hacen uso excesivo de indumentaria (dícese ser ropa y accesorios) color pastel.
- A las personas con ideologías aplastadas mediocremente por encerrarse en un mundo de vanas filosofías.
- A los que no son originales y se limitan a imitar las creaciones de los que si somos ingeniosos y muy creativos.
- A los conformistas.
- A los supuestamente “sabelotodo” que creen estar en la cúspide de la inteligencia, grises seres sin un continuo hilo de pensamiento.
- A las personas que cuando no estoy trabajando o estudiando me preguntan qué diablos hago entonces con tanto tiempo libre, pero no por inofensiva curiosidad, sino porque se niegan a imaginarse que alguien pueda estar mas o menos en sus cabales sin tener ninguno de esos dos tipos de responsabilidad
- A los manipuladores y sus estrategias mal trechas.
- A los “galanes de telenovela” con los que tengo que tropezarme casi todos los días de mi vida y tener que ignorar sus estúpidos melodramas y repetitivos guiones.
- A los débiles, los que no tienen fuerza de voluntad, los que se dejan mangonear, los que son fácilmente influenciables.
- A los que se merecen un “OSCAR” (dícese ser la figura dorada de los galardones de oro), ¿y por qué se merecen? Por irritarme.
- A los que se vanaglorian por hechos no propios de ellos.
- A los moralistas con su febril concubina o demonio interior.
- A los depresivos y sus crisis existenciales.
- A las que se creen la joya de una curvilínea figura.
- A los que se creen rebeldes, gritan y alardean por situaciones que débilmente conocen (dícese ser a los supuestamente “antitaurinos”, “vegetarianos”, “defensores de rey mundo y todo mundo”, etc, etc, etc.). Los que realmente lo son mis merecidas felicitaciones.
- A los “fanáticos” de la verdad mas que detestarlos me dan miedo. ¿Con qué objeto tienen que proclamar continuamente que ellos no tienen pelos en la lengua y que no perdonan ni la más mínima mentira? Simplemente me suena a amenaza, y por experiencia sé que cuanto mas así son, mas hipócritas son ellos en el fondo al igual que la gente muy celosa, vienen del mismo club.
- A los “punkeros” (dícese ser ciertas personas que excluyen el sistema capitalista) y entonces ¿porqué usan “Converse” (dícese ser la marca de zapatos de una de las industrias con gran potencia capitalista)?
- A los típicos “hijitos de papi y mami”.
- A los que carecen de personalidad.
- A los que inútilmente tratan de cambiar mi forma de ser, pensar y sentir.
- Al bus “Metrotrans”
- Al trole (sin embargo es imprescindible para transportarme)
- A la cotidianidad, la monotonía, en cualquiera caso que se vea reflejada.
- A los machistas, y los que juzgan mi actos mal hechos por mi condición de ser mujer, ¿acaso yo los juzgo cuándo patean un balón y este se estrella contra el palo del arco?
- Al dolor de ovarios.
- A los hipócritas y sus sonrisa imbécilmente convencible.
- Darme cuenta de que alguien me está por mirar el trasero y luego voltear para ver la cara de decepción del mirón en cuestión.
- A los que tratan de entablar un tema de conversación “muy interesante” ¿cómo te llamas? ¿cuántos años tienes? ¿qué haces? Y la típica y pregunta ¿tienes novio?, y eso ¿para qué les sirve?, ellos y sus preguntas cojudas.
- Las palabrotas.
- Las faltas de ortografía.
- A los pesimistas de turno.
En fin tantas y tantas cosas, situaciones y personas que detesto, he aprendido que tengo que ser paciente y tolerante, pero cuando me sacan de casillas no soy tan dócil como parezco ni tampoco estoy sumisa a resignarme a todo lo que detesto.
¡Hare Krishna!
destestablemente detestable...
ResponderEliminarReflexioné sobre lo ke detesto... Ahora detesto menos kosas ke antes.
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